lunes, 19 de mayo de 2008

¿Eso también te vale madres, Agustín Pumarejo?

Patricia Pacheco Guzmán
De nada sirvió la respuesta de un público, en su mayoría joven, ávido de música, y repleto de energía positiva y vibrante; de nada sirvió el llamado de los cantantes hacia el despertar de la conciencia ecológica; de nada sirvieron tampoco los acordes cadenciosos del tenor Fernando de la Mora durante la apertura del festival; ni siquiera la mirada transparente y la buena fe de cantantes como Reyli Barba. Todo ello quedó completamente desdibujado ante el despliegue de prepotencia e insensibilidad del equipo de seguridad instalado en la bahía de Tangolunda durante las noches del 16 y 17 de mayo para resguardar el festival Música por la Tierra; que tuvo como consecuencia más visible la represión y el maltrato hacia la periodista oaxaqueña Rebeca Luna.
Si ya de por sí, el festival carga consigo el estigma de la duda sobre las verdaderas motivaciones de su principal organizador, Agustín Pumarejo, para su realización; sobre los logros –si es que los hay- en materia ecológica, sobre la aplicación de recursos y su transparencia. ¿Cuánto dinero aportan cada año los gobiernos estatal y municipal, los hoteleros, patrocinadores, y por su puesto, los que compran los boletos para los conciertos? ¿Qué tanto se canaliza a los proyectos ecológicos? ¿Existe un verdadero impacto ecológico o sólo acciones aisladas y dispersas en los temas que se abordan año con año? A ello habrá que agregarle el desdén del propio Pumarejo hacia la prensa local y estatal, quienes son en realidad quienes más le promueven y atraen público.
La madrugada del pasado 18 de mayo, casi al concluir con el segundo concierto de Música por la tierra, durante la presentación del cantante Reyli Barba, la periodista Rebeca Luna, que colabora entre otros medios, en el periódico el Extra de Oaxaca, pretendía entrevistar al mencionado cantante y para ello subió al escenario por la parte trasera, para esperarlo al fin de su presentación. Sin embargo, una vez arriba, fue bruscamente interceptada por elementos de seguridad, comandados por un sujeto de nombre Manolo, quien ordenó que fuera desalojada a como diera lugar, y momentos después fue arrojada a la playa, como si se tratara de una delincuente.
Dicha acción trajo consigo el reclamo de algunos representantes de medios locales, quienes indignados increparon al mencionado sujeto por su actitud pendenciera en contra de la periodista, sin que éste se inmutara; muy por el contrario, retando a los inconformes y levantando aún más la voz. El colmo fue cuando hizo acto de presencia el flamante Pumarejo, y para completar el ignominioso cuadro señaló a un funcionario municipal que le solicitaba mesura hacia los periodistas, que a él “le valía madres, si se trataba de Rebeca Luna, y le valía madres la prensa local y estatal”.
La pregunta es si también le importarán poco los millones que le proporciona el gobierno estatal para la realización de sus eventos, los apoyos en logística del gobierno municipal, y en especie de los hoteleros y demás patrocinadores. ¿Eso también te vale madres Agustín Pumarejo?
En los próximos días, realizaremos una investigación pormenorizada de los proyectos visibles, y también los que no son públicos y que están detrás de la Fundación “Música por la tierra”.

No hay comentarios: