Giovani Galguera Díaz
Como todos los años, el 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente. La fecha fue establecida en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y casi al mismo tiempo fue creado el Programa de Naciones Unidas Para el Medio Ambiente (PNUMA), organismo considerado como la autoridad mundial en la materia. De esta forma, para el PNUMA, dirigir y alentar la participación en el cuidado del planeta, inspirando, informando y dando a las naciones y a los pueblos los medios para mejorar la calidad de vida sin poner en riesgo las de las futuras generaciones, ha sido uno de sus objetivos rectores que hasta la fecha se consideran de vital importancia para combatir los efectos originados por las actividades humanas que han perjudicado a la tierra de manera sustancial.
A más de 35 años de comenzar fuertes campañas medioambientales para promover la conservación y preservación del medio natural en el que vivimos, los resultados parecen haber ido de mal en peor, pues la situación actual demuestra que efectivamente el deterioro del planeta se ha acelerado drásticamente sin medida alguna. El suceso indica la poca preocupación que los gobiernos de la mayoría de los países tienen para combatir y evitar la autodestrucción del planeta.
Si tan sólo en nuestro país se llevaran a cabo campañas efectivas de limpieza, combate de tala de bosques y caza furtiva, entre otras actividades más, probablemente tales acciones ayudarían mínimamente a combatir los efectos que dañan al medio ambiente. Asimismo, el hecho motivaría a millones de personas a tener conciencia y sobre todo una mejor cultura ambiental que en nuestro país aún no existe en su totalidad. Esto a mediano y largo plazo generaría un fuerte impulso para ir erradicando un sin fin de problemas; y aunque la regeneración de todo lo que se ha destruido tarde muchos años, las opciones nos orillan a realizarlo. Únicamente tenemos dos caminos: la supervivencia o la destrucción.
En consideración al Día Mundial del Medio Ambiente, el Programa de Naciones Unidas Para el Medio Ambiente nos motiva e invita a tomar conciencia con una frase que queda a reflexión.
Permitámonos examinar el estado de nuestro medio ambiente. Consideremos cuidadosamente las acciones que cada uno de nosotros debe llevar a cabo, y después dirijámonos a nuestra tarea en común: preservar todo tipo de vida en la tierra.
Esto por supuesto es una gran tarea, pero corresponde a nosotros hacerla y trasmitirla a nuestros hijos y nuevas generaciones, quienes probablemente tendrán que enfrentar la verdadera catástrofe si no se actúa y se hace algo para frenar el deterioro de nuestro hogar “La Tierra”.
miércoles, 11 de junio de 2008
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