jueves, 26 de junio de 2008

Amagan líderes de rebelión en Candelaria al administrador municipal

Patricia Pacheco

No cometí un fraude a la Unión de Voceadores, eso es una asquerosa mentira, todo lo que se ha dicho de mí, de mis supuestas intenciones en Candelaria, es una sarta de mentiras; ahora lo que me interesa es trabajar por mi pueblo; señaló con un tono de indignación Martiniano Hernández Almaraz, ex líder de un grupo de habitantes que se sublevaron en Candelaria Loxicha; durante una conferencia de prensa realizada en Pochutla, en la que también estuvieron presentes el administrador municipal, Carlos Rasgado Toledo, y Pablo Valencia, el otro líder visible del movimiento que propició que el palacio municipal y las obras quedaran paradas durante un mes.
Luego de que los inconformes liberaran el palacio municipal hace unos días, Carlos Rasgado mencionó a los medios en repetidas ocasiones que el conflicto en Candelaria ya concluyó, pues explicó que tanto Martiniano como Pablo “antepusieron el bienestar de Candelaria a los intereses propios”.
“Ahora vamos a diseñar recorridos en conjunto para explicarle a la gente que ya estamos unidos y lo que buscamos es trabajar”, dijo.
Señaló que la muestra de la compatibilidad de intereses entre él y los ahora redimidos Pablo y Martiniano, es que llegaron al acuerdo de que el gobierno municipal invertirá seis millones de pesos para echar a andar proyectos productivos en el campo; así como tres millones para la compra de un módulo de maquinaria.
Durante su intervención, Martiniano Hernández trató de quitarse de encima la pesada loza que lo señalaba como un oportunista que en nombre del pueblo quería sacar provecho económico, argumentando:
“El movimiento que encabezamos es del pueblo, es por los intereses de Candelaria. Aquí no hubo vencedores ni vencidos, sino un ganador que es el pueblo de Candelaria Loxicha”.
Sin embargo, no tardó en revelar cuál fue la moneda de cambio por la que desistió en seguir adelante con la insurrección. Y explicó que entre los acuerdos pactados con el administrador municipal resaltan la integración de ocho personas a la nómina del ayuntamiento; la determinación en conjunto con el administrador de la forma en que se inyectarán los recursos, una vez concluidas las obras en curso; así como la instalación de una oficina de gestión, que él mismo atenderá, subsidiada con recursos públicos.
Al cuestionarle porqué después de 40 años de no radicar en el municipio, de repente se interesó tan fervorosamente por los habitantes de Candelaria señaló: “El hecho de que yo me haya alejado de mi tierra no significa que me haya ido para siempre, o que no tenía derecho a participar en cuestiones políticas, yo tuve que irme por necesidad”.
En cierto momento, Hernández Almaraz obligó a Carlos Rasgado a declarar que el primero no le había hecho peticiones económicas o de privilegios, y que las ocho personas que se incorporarán al ayuntamiento no fueron producto de presiones o negociaciones “por debajo de la mesa”, pues, según Martiniano todos los rumores en su contra son una “sarta de mentiras”.
Por otro lado, Martiniano Hernández negó categóricamente haber defraudado a la Unión de Voceadores de Oaxaca con lotes y dinero, como dio a conocer hace tiempo el periódico “Noticias de Oaxaca”; es una asquerosa mentira, espetó.Finalmente, el ex presidente municipal, Pablo Valencia, comentó que lo rescatable del movimiento que encabezaron fue que no estuvo sustentado en la violencia; “desde el principio de este movimiento no hubo ni siquiera un rasguño entre la gente, le hemos apostado a la paz”.

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