* Para acallar críticas en su contra obsequia botella de whiskey a concesionario de radio
** Grave atentado contra la libertad de expresión
Raúl Luna/ corresponsal de Noticias de Oaxaca
Luego de que un grupo de periodistas de la costa oaxaqueña hiciera pública la actitud indolente y prepotente del encargado regional de Tránsito del Estado, y delegado en Pochutla, Juan Jesús Castellanos Arrazola, éste emprendió una campaña de desprestigio y hostigamiento en contra de los denunciantes, Patricia Pacheco, Archibaldo García y Raúl Laguna, llegando incluso a presionar a los medios de comunicación en los que dos de ellos laboran, con el objetivo de cesarlos para “limpiar su imagen” y hacer creer a la ciudadanía que sí trabaja.
Según consta en notas publicadas el pasado 8 de agosto en diversos medios estatales; en medio de un altercado vial generado por un taxista perteneciente a un sitio local, Castellanos Arrazola hizo gala de una actitud altanera y prepotente hacia representantes de los tres medios de comunicación referidos, quienes al cuestionarle sobre su nula participación en operativos de seguridad vial, contestó exaltado: “Si ustedes no me han visto y no me conocen es porque no me han ido a visitar (a la oficina); yo no puedo estarles informando de lo que hago; si (ustedes) fueran mis jefes ténganlo por seguro que lo haría”.
A tan solo unas horas de que se registró el incidente, el delegado de marras inició una campaña e desprestigio a través de cartas dirigidas a la gerencia de La Voz del Ángel, estación radiofónica en la que presta sus servicios Patricia Pacheco, así como a la dirección del periódico El Imparcial, de donde es corresponsal Archibaldo García, con el fin de desvirtuar el trabajo periodístico realizado por los reporteros, al señalar que “[…] Patricia Pacheco, su esposo Raúl y Archibaldo García, quienes andaban (sic) en notorio estado de ebriedad, y con lujo de prepotencia y palabras altisonantes me empezaron a insultar grabando con sus equipo (sic) de trabajo diciendo que no cumplía con mi deber mostrando una conducta totalmente soberbia llegando al grado de mentarme la madre”.
El servidor público no solamente mostró en dicho escrito tintes de personalidad paranoicos y victimizadores, sino que llegó al extremo de solicitar reprimendas en contra de dichos periodistas con el argumento de que “este tipo de casos manchen la imagen de la empresa a la que pertenecen”.
Fue tal el enojo de Castellanos Arrazola hacia los comunicadores que patentizaron su apatía laboral, que no conforme con verter falsas acusaciones en su contra; con una actitud desesperada forzó al concesionario de La Voz del Ángel, Arturo Jalil, a que silenciara a la conductora de noticias sobre los desórdenes viales que se suscitaron en Pochutla, pues de lo contrario “emprendería una exhaustiva revisión de todas las unidades de motor con las que cuenta la estación radiofónica”; y para cerrar con ‘broche de oro’ sus villanías y no dejar lugar a algún tipo de críticas en su contra, obsequió descaradamente una botella de whiskey al empresario.
Las incongruencias saltan a la vista y no necesitan ser vistas a través de una botella de whiskey.
¿Por qué este delegado que se sintió tan ofendido y que asegura haber sido agredido verbalmente por los reporteros, no actuó conforme a derecho y solicitó el apoyo de algún cuerpo de seguridad?
¿Por qué si el 90 por ciento de las motocicletas que circulan diariamente en Pochutla presentan algún tipo de irregularidad; y una infinidad de automóviles o unidades de carga no cuentan con placas de circulación, son ‘chocolates’ y circulan con los vidrios polarizados; el flamante funcionario se empeña en realizar una cacería de brujas exclusivamente contra aquellos que emiten opiniones y críticas sobre su ineficiencia?
¿Es este el tipo de servidores que merecen los habitantes de la costa?
¿Qué pueden esperar las propias autoridades estatales de tránsito de una persona que además de mostrar poco profesionalismo y desinterés hacia su encargo, hostiga y censura la libertad de expresión, y compra voluntades al mejor postor con botellas de licor?
Es de recordar que Juan Jesús Castellanos Arrazola ha sido negativo como conflictivo en todos los lugares en que ha sido encomendado como delegado; uno de esos hechos de soberbia y prepotencia reventó cuando este sujeto llegó a la Delegación de Tránsito en Tlacolula de Matamoros, lugar en donde sólo duró 15 días y fue cambiado inmediatamente por su descarada prepotencia y cobro de "impuestos personales" a quienes se encuentran "fuera del reglamento".
Según consta en notas publicadas el pasado 8 de agosto en diversos medios estatales; en medio de un altercado vial generado por un taxista perteneciente a un sitio local, Castellanos Arrazola hizo gala de una actitud altanera y prepotente hacia representantes de los tres medios de comunicación referidos, quienes al cuestionarle sobre su nula participación en operativos de seguridad vial, contestó exaltado: “Si ustedes no me han visto y no me conocen es porque no me han ido a visitar (a la oficina); yo no puedo estarles informando de lo que hago; si (ustedes) fueran mis jefes ténganlo por seguro que lo haría”.
A tan solo unas horas de que se registró el incidente, el delegado de marras inició una campaña e desprestigio a través de cartas dirigidas a la gerencia de La Voz del Ángel, estación radiofónica en la que presta sus servicios Patricia Pacheco, así como a la dirección del periódico El Imparcial, de donde es corresponsal Archibaldo García, con el fin de desvirtuar el trabajo periodístico realizado por los reporteros, al señalar que “[…] Patricia Pacheco, su esposo Raúl y Archibaldo García, quienes andaban (sic) en notorio estado de ebriedad, y con lujo de prepotencia y palabras altisonantes me empezaron a insultar grabando con sus equipo (sic) de trabajo diciendo que no cumplía con mi deber mostrando una conducta totalmente soberbia llegando al grado de mentarme la madre”.
El servidor público no solamente mostró en dicho escrito tintes de personalidad paranoicos y victimizadores, sino que llegó al extremo de solicitar reprimendas en contra de dichos periodistas con el argumento de que “este tipo de casos manchen la imagen de la empresa a la que pertenecen”.
Fue tal el enojo de Castellanos Arrazola hacia los comunicadores que patentizaron su apatía laboral, que no conforme con verter falsas acusaciones en su contra; con una actitud desesperada forzó al concesionario de La Voz del Ángel, Arturo Jalil, a que silenciara a la conductora de noticias sobre los desórdenes viales que se suscitaron en Pochutla, pues de lo contrario “emprendería una exhaustiva revisión de todas las unidades de motor con las que cuenta la estación radiofónica”; y para cerrar con ‘broche de oro’ sus villanías y no dejar lugar a algún tipo de críticas en su contra, obsequió descaradamente una botella de whiskey al empresario.
Las incongruencias saltan a la vista y no necesitan ser vistas a través de una botella de whiskey.
¿Por qué este delegado que se sintió tan ofendido y que asegura haber sido agredido verbalmente por los reporteros, no actuó conforme a derecho y solicitó el apoyo de algún cuerpo de seguridad?
¿Por qué si el 90 por ciento de las motocicletas que circulan diariamente en Pochutla presentan algún tipo de irregularidad; y una infinidad de automóviles o unidades de carga no cuentan con placas de circulación, son ‘chocolates’ y circulan con los vidrios polarizados; el flamante funcionario se empeña en realizar una cacería de brujas exclusivamente contra aquellos que emiten opiniones y críticas sobre su ineficiencia?
¿Es este el tipo de servidores que merecen los habitantes de la costa?
¿Qué pueden esperar las propias autoridades estatales de tránsito de una persona que además de mostrar poco profesionalismo y desinterés hacia su encargo, hostiga y censura la libertad de expresión, y compra voluntades al mejor postor con botellas de licor?
Es de recordar que Juan Jesús Castellanos Arrazola ha sido negativo como conflictivo en todos los lugares en que ha sido encomendado como delegado; uno de esos hechos de soberbia y prepotencia reventó cuando este sujeto llegó a la Delegación de Tránsito en Tlacolula de Matamoros, lugar en donde sólo duró 15 días y fue cambiado inmediatamente por su descarada prepotencia y cobro de "impuestos personales" a quienes se encuentran "fuera del reglamento".
1 comentario:
hola . antes que nada soy un ciudadano de esta localidad de san pedro pochutla oaxaca, y quiziera hacer publico que tambien fui victima de este señor, en unos de los operativos que an realizado,a mi me detuviero por no ponerme casco protector y estoy de acuerdo. pero en el momento de mi detencion , paso frente a nosotros un conocido mecanico de motos , sin placas ,sin casco, y mi pregunta fue al oficial que porque a el no lo detenia al igual que a mi y me respondio: acaso quieres que este parando a todo mundo??. bueno fue en un tono sarcastico, la verdad en su mayoria abusan de su autoridad, tal cual lo hace el nuevo director de la policia y transito minicipal.bueno yo no se asta cuando seguiremos con esta situacion , ojala no sea demasiado tarde, muchos ya estamos hartos de gente de fuera que sea abusadora de mis paisanos, att..RZRZ
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