El pasado domingo 22 de febrero alrededor de las 10:30 de la mañana, los gritos de auxilio de una joven llamaron poderosamente la atención de quienes circulaban por céntricas calles del municipio de Candelaria Loxicha; se trataba de Agripina Jacinto Reyes, de 16 años de edad, habitante del barrio La Esperanza y de oficio trabajadora doméstica, quien era atacada por Rubén Matus Ramírez, alias El Cholo, de 25 años, originario y vecino del barrio San Francisco, Pochutla, el cual tenía a su víctima retenida de los cabellos y portaba un cuchillo que le clavaba en diferentes partes del cuerpo.
A pesar de que Agripina trataba de defenderse, el sujeto insistía en su empeño de acabar con su vida, pero gracias a que el arma punzocortante se dobló luego de varios ataques, esto no pudo ser posible. Fue después de varios forcejeos, que el comandante de la Agencia Estatal de Investigación de Candelaria, José Eladio Pinelo Zavaleta, quien hacía su rondín, le marcó el alto al agresor, quien soltó a la joven y echó a correr.
A pesar de que intentó darse a la fuga, Rubén fue alcanzado por el comandante, quien le aseguró el arma y lo puso a disposición del ministerio público adscrito en Pochutla, Lic. Luis Homero González Ortega para que éste realizara las diligencias de ley correspondientes. De los hechos se abrió la averiguación previa número 48 (SPP II)/2009.
La ataqué porque me engañó, aseguró Rubén en entrevista, “a pesar de que yo la tenía como esposa ella me había dicho que se iba a los Estados Unidos para trabajar porque su mamá estaba enferma; pero la semana pasada mi hermana me dijo que me olvidara de esa mujer porque no valía la pena y que la habían visto besándose con otro hombre”.
El domingo ya no aguanté más el coraje, relató, y la fui a buscar a Candelaria, hasta que llegué a su cuarto y le pregunté por qué me había traicionado; ella se empezó a reir y me dijo que ya no me quería. Así que lo hice porque me traicionó.
Además del ataque a cuchillazos perpetrado por Matus Ramírez, al momento de su detención a éste se le encontró entre sus pertenencias un chile, que según su declaración, emplearía para untárselo a su ex pareja en la vagina, como escarmiento por su engaño.
El estado de salud de Agripina es considerado como estable, ya que sufrió lesiones que no ponen en peligro su vida; gracias a ello el pasado domingo pudo declarar ante la autoridad y ratificar los cargos en contra de su ex pareja, quien el día de hoy fue consignado por el delito de lesiones calificadas.
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