sábado, 7 de marzo de 2009

Los afrooaxaqueños, subestimados durante siglos

Giovani Galguera Díaz

La historia de México es amplia y enriquecedora para toda su gente, sin embargo, existe un paraje dentro de la misma poco señalado y conocido por muchos de nosotros; las colonias de esclavos africanos establecidos en la costa chica de Oaxaca, también conocidos como Afrooaxaqueños.
En ocasiones, la cultura y las tradiciones de algunas regiones de nuestro país y de nuestro propio estado nos resultan ajenas, por lo que en el caso del mencionado grupo étnico es importante resaltar que ha enfrentado a lo largo del tiempo diversos obstáculos para su pleno desarrollo, entre los que resalta la discriminación.
Las colonias de africanos que se establecieron en la costa chica de Oaxaca y Guerrero fueron esclavos traídos por españoles, principalmente para trabajar en fincas ganaderas y en otros sitios encomendados por hacendados que provenían de Europa. La procedencia original de las primeras colonias de africanos fueron países como Sudán, Cabo Verde, Sierra Leona, Costas de Marfil, El Congo, Angola y Mozambique, entre otros.
En un trabajo realizado por la Dra. María Luisa Acevedo Conde, se menciona que en la costa chica, que abarca parte de los actuales estados de Oaxaca y Guerrero, los españoles fundaron varias estancias ganaderas que requerían del trabajo de vaqueros para su manejo, y para realizarlo compraron esclavos negros; sin embargo, muchos de ellos abandonaron las haciendas y se establecieron en pequeños núcleos del mar. De esta manera se hace mención que para el año de 1580, negros, mulatos y mestizos empezaron a vivir en diversos lugares de la Costa tales como Huamelula, Huatulco, Astata, Pochutla, Tonameca, Pinotepa, Potutla (ahora Chicometepec), Huazolotitlán y Tepextla.
Por la naturaleza misma de la forma en que se fue poblando la zona de la costa, para ese mismo año de 1580, la población negra era ya superior a la de los españoles. Los estudios del Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán (especialista en los antecedentes de la población negra en México), indican que para 1777 en la provincia de Jicayán (ahora Jamiltepec), había 481 españoles, 635 mestizos, 6 mil 276 mulatos y 158 negros libres, así como 20 mil 834 indígenas mixtecos.
Para 1889 el padrón general mostró resultados sorprendentes al indicar que el número de pobladores de raza negra había incrementado a 7 mil 796 negros tan sólo en el distrito de Jamiltepec. A finales del siglo XIX, la mayor parte de la población de color, eran en realidad mestizos, producto de las mezclas que se dieron por más de tres siglos entre africanos, españoles e indígenas.
En la actualidad, este grupo étnico ha sido excluido por el legado histórico. Y el mejor ejemplo de ello es el término empleado para referirse a ellos: “Negros”, palabra considerada de tipo racista. Para el Colectivo Regional por la Defensa de Los Pueblos Indígenas y Pueblos Negros de Oaxaca, el pueblo afromexicano ha sido invisibilizado y durante mucho tiempo discriminado debido al olvido histórico que ha representado ser un problema social durante siglos.
Producto de lo anterior es que no se reconoce el papel que han jugado los afromexicanos en la historia del país, ya que la participación de estos pueblos en la lucha de la Independencia (1810) y la Revolución Mexicana (1910) fue de suma importancia para esas épocas; y por otra parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) no contabiliza en sus censos poblacionales a los afrodescendientes o personas de color, por lo cual no existe un dato concreto que manifieste el número de habitantes establecidos en la región de la costa chica de Oaxaca.
Actualmente, en el estado son siete los municipios donde la raza negra ha tenido mayor influencia: Santo Domingo Armenta, Santiago Tapextla, San José Estancia Grande, Santa María Cortijos, San Juan Bautista lo de Soto, Santiago Llano Grande, Mártires de Tacubaya, Coyantes, Cerro de la Esperanza, Los Pozitos, Huaxolotitlán, San Pedro Tututepec, Santiago Jamiltepec y Pinotepa Nacional.
La presencia de estos grupos étnicos en la zona ha aportado gran riqueza cultural para la entidad, y a pesar de que en Oaxaca existen grandes deficiencias principalmente económicas, debemos reflexionar que en realidad muchos de estos pueblos aún viven un presente marginado a causa de una historia casi olvidada. Los afrooaxaqueños son parte de nuestra cultura y son también coterráneos; ellos son resultado y forman parte, al igual que todos nosotros, de un proceso histórico denominado ‘colonización’ al que nuestro país estuvo sujeto por más de tres siglos.

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