viernes, 13 de marzo de 2009

Castigan a pareja de agresores de menores en Tonameca

· Los niños eran colgados del cuello y uno de ellos abusado sexualmente

Patricia Pacheco

En mayo de 2008, dos pequeños hermanos de 8 y 12 años, habitantes de San Isidro Bajos del Palmar, Tonameca; hartos de golpes, vejaciones y abuso de parte de su madre y padrastro, salieron de su casa y con un gran temor a cuestas solicitaron ayuda, porque de algo estaban seguros; no querían regresar con sus verdugos.
Cinco meses después de la forzada huída –octubre 2008-, María de Jesús Rodríguez Jiménez, madre de los menores, fue detenida por elementos de la Agencia Estatal de Investigación destacamentados en Pochutla por el delito de violencia intrafamiliar, mientras que su concubino, Prisciliano Espinoza Ríos, alias “Carlos” o “Caballito”- después de estar escondido varios meses- finalmente fue aprehendido el pasado 9 de marzo, por el mismo delito, más uno adicional: abuso sexual en agravio de la niña.
Según se asienta en el expediente penal número 122/2008, una vez enterados del caso, personal del DIF de Santa María Tonameca, encabezado por su titular, Yolibeth López Reyes, realizó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía Especializada de Delitos contra la Mujer, el Menor y la Familia en Puerto Escondido, y debido a la propia petición de los niños y su vulnerable estado emocional, éstos fueron trasladados desde mediados de año pasado a un albergue de la ciudad de Oaxaca.
Los pequeños declararon que no sólo eran golpeados constantemente, sino que además recibían un castigo ejemplar; eran colgados del cuello con reatas hasta casi ser asfixiados, y por si fuera poco, la niña era abusada sexualmente por su padrastro desde que tenía siete años.
“Mi mamá me metió la reata en el pescuezo y la botó para arriba […] Me estuvo pegando con el cinturón y cuando saqué la lengua me bajó y yo estaba llorando porque me dolía el pescuezo. Por eso hablo mal, tartamudeo, porque me lastimó el pescuezo[…] Mi mamá cuando me avienta piedras me deja renco, a veces no puedo caminar. Mi mamá me dice ¡perro arrimado, lárgate de aquí!, y me avienta mi ropa a la puerta. Mi mamá no nos da de comer”, asentó el niño de 8 años en conmovedora declaración a las autoridades judiciales que investigaron el caso.
Por su parte, la niña, de 12 años de edad, detalló cómo desde hacía cinco era objeto de toqueteos en vagina y nalgas por parte de Prisciliano, así como las amenazas proferidas en su contra si contaba lo sucedido, y la indiferencia de su madre ante tales actos:
“Carlos me decía que cuidadito y le dices a tu mamá porque la puedo matar. Lo hacía (el abuso) cuando no estaba mi mamá y sus hijos se iban a jugar […] Nos pega como si fuéramos animales y además abusa de mi. Mi mamá jamás me ha creído de lo que le digo, ella lo defiende mucho”.
Después de varios estudios psicológicos realizados a los menores por peritos de la subprocuraduría de la costa, ambos presentaban trastornos emocionales, como estrés postraumático y ansiedad, así como una franca aversión hacia sus agresores. “Mi mamá siempre me ha dicho que no me quiere; quiero que castiguen a mi mamá y a mi padrastro”, exigió la niña durante las diligencias.
Según fuentes judiciales, María de Jesús Rodríguez Jiménez, de 36 años, obtuvo su libertad el pasado mes de febrero con el pago de una fianza. Mientras que Prisciliano, el presunto abusador de 37 años, detenido el lunes pasado en Macahuite, Tonameca, está recluido en el penal de Pochutla y fue puesto a disposición de la titular del Juzgado Mixto de Primera Instancia de esta ciudad para que determine su situación legal.

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