La Costa Chica se extiende de Bahías de Huatulco a Acapulco
Andrea León
Durante la mesa redonda “La Costa Chica, ¿es posible una estrategia ambiental inclusiva?”, que se efectuó como parte de las actividades del “Festival Oaxaca Negra”, los participantes realizaron un recorrido cronológico ambiental de la zona.
Ante un grupo nutrido de asistentes, el moderador de la mesa, Álvaro González, dio un contexto de lo que es el desarrollo socioambiental en la Costa Chica, además de los impactos de los recursos naturales en su historia con el fin de tratar de detener el deterioro ambiental.
Asimismo, el especialista explicó que la Costa Chica se extiende de Acapulco a las Bahías de Huatulco. Una de sus características es que es una región compartida en dos estados: Oaxaca y Guerrero, lo que la complica para tomar decisiones en la misma.
Ahondó que otra de las características importantes es que recibe escurrimientos de la Sierra Sur, originando humedales y una amplia biodiversidad, por lo que presentó una cronología ambiental.
La primera etapa que abordó Álvaro González fue la comprendida entre la época prehispánica y el siglo XIX, momento histórico en el que se dieron las primeras concesiones de extracción de maderas preciosas y tropicales.
Explicó que en 1522, en la Colonia, se registraron los primeros impactos por la trasformación del paisaje costero prehispánico, mientras que en el lapso entre 1550 y 1650 se inició la pérdida de control territorial indígena.
Por lo que se define como el inicio de un cambio físico por la mezcla racial, económico y social por las formas de convivencia que fueron modificadas con la llegada de los conquistadores.
Con lo que respecta al siglo XIX, Álvaro González manifestó que en ese tiempo se detectó la desaparición de cultivos de cacao, achiote, tabaco, algodón, añil y yuca, provocando la pérdida de la diversidad productiva a causa de la introducción masiva de agroquímicos, que años después provocaron la erosión de los campos.
Expuso que se dio un retroceso en el proceso de policultivo de la milpa, frente al monocultivo del maíz. De la época actual, añadió que entre 1950 y 2005 se registró un incremento acelerado de las áreas ganaderas en montes y praderas.
Políticas gubernamentales
De la misma forma, destacó que el efecto de las políticas agropecuarias han sido los conflictos en ese campo, además de que las selvas son vistas como “espacios improductivos”.
Sobre la aparición de cooperativas pesqueras, aseguró que son prácticas de alto impacto ambiental por la sobreexplotación de especies y sub aprovechamiento de otras; no obstante, expresó que una solución que ha vislumbrado el gobierno federal es el establecimiento de áreas protegidas.
“El establecimiento de áreas protegidas a nivel federal incide en mayor pérdida de control territorial, como las Lagunas de Chacahua, además de que prevalece la ineficacia administrativa”, puntualizó.
También habló sobre la introducción de agroecología y turismo comunitario, que en su opinión permitirá restaurar y proteger ecosistemas forestales y lagunares; sin embargo, subrayó que los apoyos federales carecen de seguimiento.
Finalmente, alertó sobre el impulso de megaproyectos hidroeléctricos, que son de riesgo e impacto en todos los niveles y al mismo tiempo propiciarían un avance de infraestructura en los caminos.
La conclusión a la que llegó el investigador fue que la Costa Chica presenta altos rangos de marginación, insalubridad y deterioro ambiental, pero dejo claro que son problemas que se pueden superar con el respeto y trabajo comunitario.
Durante la mesa redonda “La Costa Chica, ¿es posible una estrategia ambiental inclusiva?”, que se efectuó como parte de las actividades del “Festival Oaxaca Negra”, los participantes realizaron un recorrido cronológico ambiental de la zona.
Ante un grupo nutrido de asistentes, el moderador de la mesa, Álvaro González, dio un contexto de lo que es el desarrollo socioambiental en la Costa Chica, además de los impactos de los recursos naturales en su historia con el fin de tratar de detener el deterioro ambiental.
Asimismo, el especialista explicó que la Costa Chica se extiende de Acapulco a las Bahías de Huatulco. Una de sus características es que es una región compartida en dos estados: Oaxaca y Guerrero, lo que la complica para tomar decisiones en la misma.
Ahondó que otra de las características importantes es que recibe escurrimientos de la Sierra Sur, originando humedales y una amplia biodiversidad, por lo que presentó una cronología ambiental.
La primera etapa que abordó Álvaro González fue la comprendida entre la época prehispánica y el siglo XIX, momento histórico en el que se dieron las primeras concesiones de extracción de maderas preciosas y tropicales.
Explicó que en 1522, en la Colonia, se registraron los primeros impactos por la trasformación del paisaje costero prehispánico, mientras que en el lapso entre 1550 y 1650 se inició la pérdida de control territorial indígena.
Por lo que se define como el inicio de un cambio físico por la mezcla racial, económico y social por las formas de convivencia que fueron modificadas con la llegada de los conquistadores.
Con lo que respecta al siglo XIX, Álvaro González manifestó que en ese tiempo se detectó la desaparición de cultivos de cacao, achiote, tabaco, algodón, añil y yuca, provocando la pérdida de la diversidad productiva a causa de la introducción masiva de agroquímicos, que años después provocaron la erosión de los campos.
Expuso que se dio un retroceso en el proceso de policultivo de la milpa, frente al monocultivo del maíz. De la época actual, añadió que entre 1950 y 2005 se registró un incremento acelerado de las áreas ganaderas en montes y praderas.
Políticas gubernamentales
De la misma forma, destacó que el efecto de las políticas agropecuarias han sido los conflictos en ese campo, además de que las selvas son vistas como “espacios improductivos”.
Sobre la aparición de cooperativas pesqueras, aseguró que son prácticas de alto impacto ambiental por la sobreexplotación de especies y sub aprovechamiento de otras; no obstante, expresó que una solución que ha vislumbrado el gobierno federal es el establecimiento de áreas protegidas.
“El establecimiento de áreas protegidas a nivel federal incide en mayor pérdida de control territorial, como las Lagunas de Chacahua, además de que prevalece la ineficacia administrativa”, puntualizó.
También habló sobre la introducción de agroecología y turismo comunitario, que en su opinión permitirá restaurar y proteger ecosistemas forestales y lagunares; sin embargo, subrayó que los apoyos federales carecen de seguimiento.
Finalmente, alertó sobre el impulso de megaproyectos hidroeléctricos, que son de riesgo e impacto en todos los niveles y al mismo tiempo propiciarían un avance de infraestructura en los caminos.
La conclusión a la que llegó el investigador fue que la Costa Chica presenta altos rangos de marginación, insalubridad y deterioro ambiental, pero dejo claro que son problemas que se pueden superar con el respeto y trabajo comunitario.
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