jueves, 16 de abril de 2009

Salvavidas de Zipolite navegan entre falta de apoyos y amor por la vida

Patricia Pacheco

A 15 años de su creación, con diez elementos activos y la añeja exigencia de contar con equipo y apoyos económicos suficientes para continuar con su labor, el cuerpo de salvavidas de Zipolite mantiene saldo blanco en una de las temporadas vacacionales con más afluencia de turistas.
Considerada como una de las playas con más tradición e identidad en la costa oaxaqueña, pero también con mayores riesgos para los bañistas por ser una franja de aproximadamente dos kilómetros de mar abierto, Zipolite sigue atrayendo a cientos de visitantes, en su mayoría extranjeros de Estados Unidos y Europa, quienes llegan atraídos por la mística y el ambiente de ésta playa nudista, emblema de libertad.
Sin embargo, a pesar de que junto con Puerto Ángel, Zipolite es el lugar más favorecido por el turismo, actualmente el club de salvavidas Delfines –creado en 1994- adolece por falta de apoyos y depende, en gran medida, de la buena voluntad y solidaridad de prestadores de servicios y turistas.
Reginaldo Del Ángel García, líder de los salvavidas, destacó en entrevista, que a más de diez años de representar al grupo, el panorama sigue siendo desalentador, pues no se ha logrado articular un cuerpo de rescate compacto y permanente, por la ausencia de apoyos en equipo y sueldos.
“Si el cuerpo de salvavidas está desarticulado es porque no se ha podido conseguir ni del gobierno municipal ni estatal sueldos para por lo menos tres de los diez muchachos, y por eso la presencia no es permanente, más que en temporadas vacacionales, porque tenemos que dedicarnos a otras actividades para sobrevivir”, detalló.
Después de realizar poco más de 30 rescates en casi dos semanas de vacaciones, Reginaldo comentó que a pesar de que el gobierno municipal les entregó hace unos días una cuatrimoto para su desplazamiento, esto no resulta suficiente; “nos faltan aletas, boyas, silbatos, incluso gasolina para la cuatrimoto, y por la fuerza del oleaje también una moto acuática, de las llamadas wave runner”.
“Estamos buscando la manera de tener patrocinios con empresas privadas, porque después de muchas promesas incumplidas de los gobiernos, uno se desanima, y lo que urge es equipo profesional, porque aunque los chavos son profesionales, están exponiendo el pellejo todo el tiempo”.
Uno de los argumentos que ha esbozado la Secretaría de Seguridad Pública estatal para justificar la falta de certificación hacia los rescatistas zipoliteños –lo que traería consigo compensaciones económicas y otros beneficios-, es que no cuentan con el perfil requerido; ante lo cual, Del Ángel García alude:
“Para ser salvavidas no necesitas ser certificado, lo que no tenemos nosotros es el perfil para ser policías, porque somos salvavidas, y puede ser que no tengamos la estatura, el bachillerato, los exámenes, pero una persona con esas características no tiene por qué arriesgar la vida, ni sirve para estar en el agua”.

Los políticos no sienten amor por la vida, nosotros sí
Ante la actitud indolente de parte de las autoridades municipales actuales, quienes han evadido cualquier tipo de responsabilidad ante el cuerpo de rescatistas marinos, y sólo entregaron una cuatrimoto (eso sí, con gran bombo y platillo), movidos por la advertencia de que en caso de negarse, la playa estaría sin resguardo, el más veterano de los salvavidas expone:
“Las autoridades son de paso y deben servir, que para eso están, pero cuando salen, todo se olvida y hay que volver a empezar de cero con ellos. Ellos no están en sus puestos por amor a la vida, nosotros sí lo hacemos por amor a la vida, porque salvar vidas nos da una satisfacción increíble”.

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